Tras dos días de intenso trabajo, han sido muchos los temas que se han puesto encima de la mesa y que han generado un intercambio de ideas y propuestas que consideramos fructífero y que sentará las bases para una mejor coordinación.
El objetivo principal que ha guiado todas las intervenciones y que está detrás de cada iniciativa en este sector, es la reducción de la dependencia de la ayuda alimentaria internacional, aspecto que está lastrando de manera extraordinaria las posibilidades de desarrollo que existen en un entorno como el de los campamentos en Tindouf.
Teniendo en cuenta este contexto, de exilio y condiciones climatológicas extremas, debemos enmarcar las expectativas de los diferentes proyectos y actividades dentro de unos márgenes realistas que no conduzcan a la frustración por la obtención de objetivos modestos.
Si bien son ciertas las limitaciones a las que nos enfrentamos, y que debemos asumir como un factor más a tener en cuenta en nuestro trabajo, es necesario identificar y reconocer las oportunidades actuales y potenciales que existen, aprovechándolas al máximo con el fin de optimizar los recursos que se inviertan en el sector productivo agro-ganadero.
El vértice fundamental que es necesario apuntalar y reforzar, y en el que ha habido unanimidad a la hora de señalarlo como el más importante, es la capacidad del Ministerio de Desarrollo para liderar el Convenio y todo el sector productivo en los campamentos.
En la actualidad nos encontramos con dos fuentes principales de causas que están dificultando la tarea del Ministerio.
La primera de ellas se refiere a los problemas de coordinación y comunicación internos entre el Ministerio y otras instituciones de la RASD (tales como wylayas y dairas), que en muchos casos no se produce con la fluidez deseable y que generan cierta confusión.
Por otro lado, y estrechamente entrelazado con lo anterior y contribuyendo a su agravamiento, es la ausencia de un consenso claro por parte de las ONG y asociaciones acerca de los interlocutores válidos a la hora de comenzar cualquier proyecto en los campamentos.
En multitud de ocasiones los agentes externos están dificultando la coordinación al no respetar las vías de canalización de la ayuda establecidas por el Gobierno de la RASD, así como sus líneas de trabajo prioritarias.
Enmarcar todo el trabajo de los agentes externos dentro estas líneas políticas prioritarias, será un elemento esencial para poder dotar de contenido la política productiva de la RASD, racionalizando así las intervenciones en el sector y fortaleciendo su estructura.
Por todo ello, y retomando ese eje axial, se hace imprescindible el fortalecimiento del Ministerio de Desarrollo en sus competencias administrativas, técnicas, de gestión y de liderazgo sobre todos los proyectos productivos que se ejecuten en los campamentos.
Este fortalecimiento se comprende en dos vertientes complementarias e imprescindibles, como son la técnica y la humana.
Para ello sería interesante que, además de lo establecido en el Convenio que ejecuta PTM-Mundubat, en todos los proyectos se destinase una partida presupuestaria para este fortalecimiento, ya sea mediante dotación material, mejoras técnicas, etc., o mediante la incentivación (económica y formativa) del personal vinculado al mismo.
El sector avícola sufre un problema importante, y es la gran inversión que es necesaria para el mantenimiento del funcionamiento de la Granja Avícola “Hussein Tamek”.
Esta inversión se dirige fundamentalmente a la compra anual de gallinas y pienso, algo que en la actualidad solo estaría asegurado, a través del Convenio que ejecuta PTM-Mundubat, para el mantenimiento de una de las tres naves de las que consta la Granja. Sin embargo, el rendimiento óptimo se alcanzaría con la puesta en funcionamiento de las tres naves, lo que permitiría una rotación de las mismas, manteniendo la producción de dos naves a pleno rendimiento durante todo el año.
Es necesario la movilización de los diferentes agentes implicados en el convenio (PTM-Mundubat, Gobierno de la RASD y AECI) para la obtención de esos recursos.
Tal y como se ha señalado, este proyecto constituye una de las piezas claves de la política alimentaria del Ministerio de Desarrollo, ya que supone el único aporte proteínico continuado a la población refugiada.
Además, es necesario tomar en consideración el carácter de servicio público de la Granja Avícola, que distribuye gratuitamente la mayor parte de su producción a la población refugiada. Esto hecho es de especial relevancia y necesita ser recordado, ya que durante el último trimestre de 2007 está previsto realizar un estudio de viabilidad de la Granja, que deberá tomar en cuenta indicadores no solamente económicos, sino también otros de carácter social, nutricionales, etc.
Dentro del sector ganadero cabe destacar la experiencia con camellas lecheras que está llevando a cabo el Gobierno de Cantabria y la asociación “Cantabria por el Sáhara”, así como la Asociación Asturiana de Amigos del Pueblo Saharaui.
Esta iniciativa cuenta con todo el apoyo local, ya que, en primer lugar, es un tipo de ganadería que se adapta perfectamente a la cultura saharaui, formando parte de su tradición y de su dieta básica.
Con este proyecto se está asegurando la distribución de leche y carne a la población más vulnerable (mujeres embarazadas, niños/as y ancianos/as), aunque todavía no se ha alcanzado el nivel y la regularidad perseguidas.
Dentro de esta iniciativa el Ministerio de Desarrollo ha asumido un papel protagonista, invirtiendo muchos de sus escasos recursos materiales y humanos en la misma, lo que está facilitando la consecución de unos resultados muy positivos y que superan las expectativas iniciales.
Este éxito es muy positivo, sirviendo como ejemplo para el estudio de las posibilidades del desarrollo de la ganadería camellar en el marco del convenio a partir de 2008.
El sector ganadero es donde más actores están implicados, por lo que requiere de un esfuerzo adicional de coordinación.
El primer paso para avanzar en este objetivo, y que enlaza con el factor identificado como clave para el desarrollo del sector productivo, es la necesidad de que los múltiples estudios que se han realizado sobre la agricultura en los campamentos sean puestos a disposición del Ministerio de Desarrollo, para que, de esta manera, pueda disponer de toda la información que le permita diseñar con mayor eficacia las líneas de trabajo que guíen su política productiva.
Durante el desarrollo del Convenio se realizará una labor de recopilación y sintetización de toda esta información, con el objetivo de que sirva como base de datos del Ministerio y pueda ser empleado por los agentes implicados en la agricultura en los campamentos.
Apoyado por el Ministerio de Desarrollo, desde UNICEF se ha apostado por la creación de huertos familiares (600 hasta el momento), además de comenzar el abono de algunos de estos huertos con Terracotem, un compuesto creado por un investigador holandés y que mejora el rendimiento de la tierra y disminuye su consumo de agua.
Este tipo de iniciativas genera ciertas dudas, como toda iniciativa nueva, acerca de la posible dependencia de un recurso externo a la cultura saharaui, por lo que al cabo de un año de su puesta en marcha se evaluará su impacto real.
Desde PTM-Mundubat se adquiere el compromiso de crear un blog o página web donde aparezca la síntesis del contenido de las jornadas así como las conclusiones alcanzadas en las mismas.
El objetivo principal que ha guiado todas las intervenciones y que está detrás de cada iniciativa en este sector, es la reducción de la dependencia de la ayuda alimentaria internacional, aspecto que está lastrando de manera extraordinaria las posibilidades de desarrollo que existen en un entorno como el de los campamentos en Tindouf.
Teniendo en cuenta este contexto, de exilio y condiciones climatológicas extremas, debemos enmarcar las expectativas de los diferentes proyectos y actividades dentro de unos márgenes realistas que no conduzcan a la frustración por la obtención de objetivos modestos.
Si bien son ciertas las limitaciones a las que nos enfrentamos, y que debemos asumir como un factor más a tener en cuenta en nuestro trabajo, es necesario identificar y reconocer las oportunidades actuales y potenciales que existen, aprovechándolas al máximo con el fin de optimizar los recursos que se inviertan en el sector productivo agro-ganadero.
El vértice fundamental que es necesario apuntalar y reforzar, y en el que ha habido unanimidad a la hora de señalarlo como el más importante, es la capacidad del Ministerio de Desarrollo para liderar el Convenio y todo el sector productivo en los campamentos.
En la actualidad nos encontramos con dos fuentes principales de causas que están dificultando la tarea del Ministerio.
La primera de ellas se refiere a los problemas de coordinación y comunicación internos entre el Ministerio y otras instituciones de la RASD (tales como wylayas y dairas), que en muchos casos no se produce con la fluidez deseable y que generan cierta confusión.
Por otro lado, y estrechamente entrelazado con lo anterior y contribuyendo a su agravamiento, es la ausencia de un consenso claro por parte de las ONG y asociaciones acerca de los interlocutores válidos a la hora de comenzar cualquier proyecto en los campamentos.
En multitud de ocasiones los agentes externos están dificultando la coordinación al no respetar las vías de canalización de la ayuda establecidas por el Gobierno de la RASD, así como sus líneas de trabajo prioritarias.
Enmarcar todo el trabajo de los agentes externos dentro estas líneas políticas prioritarias, será un elemento esencial para poder dotar de contenido la política productiva de la RASD, racionalizando así las intervenciones en el sector y fortaleciendo su estructura.
Por todo ello, y retomando ese eje axial, se hace imprescindible el fortalecimiento del Ministerio de Desarrollo en sus competencias administrativas, técnicas, de gestión y de liderazgo sobre todos los proyectos productivos que se ejecuten en los campamentos.
Este fortalecimiento se comprende en dos vertientes complementarias e imprescindibles, como son la técnica y la humana.
Para ello sería interesante que, además de lo establecido en el Convenio que ejecuta PTM-Mundubat, en todos los proyectos se destinase una partida presupuestaria para este fortalecimiento, ya sea mediante dotación material, mejoras técnicas, etc., o mediante la incentivación (económica y formativa) del personal vinculado al mismo.
El sector avícola sufre un problema importante, y es la gran inversión que es necesaria para el mantenimiento del funcionamiento de la Granja Avícola “Hussein Tamek”.
Esta inversión se dirige fundamentalmente a la compra anual de gallinas y pienso, algo que en la actualidad solo estaría asegurado, a través del Convenio que ejecuta PTM-Mundubat, para el mantenimiento de una de las tres naves de las que consta la Granja. Sin embargo, el rendimiento óptimo se alcanzaría con la puesta en funcionamiento de las tres naves, lo que permitiría una rotación de las mismas, manteniendo la producción de dos naves a pleno rendimiento durante todo el año.
Es necesario la movilización de los diferentes agentes implicados en el convenio (PTM-Mundubat, Gobierno de la RASD y AECI) para la obtención de esos recursos.
Tal y como se ha señalado, este proyecto constituye una de las piezas claves de la política alimentaria del Ministerio de Desarrollo, ya que supone el único aporte proteínico continuado a la población refugiada.
Además, es necesario tomar en consideración el carácter de servicio público de la Granja Avícola, que distribuye gratuitamente la mayor parte de su producción a la población refugiada. Esto hecho es de especial relevancia y necesita ser recordado, ya que durante el último trimestre de 2007 está previsto realizar un estudio de viabilidad de la Granja, que deberá tomar en cuenta indicadores no solamente económicos, sino también otros de carácter social, nutricionales, etc.
Dentro del sector ganadero cabe destacar la experiencia con camellas lecheras que está llevando a cabo el Gobierno de Cantabria y la asociación “Cantabria por el Sáhara”, así como la Asociación Asturiana de Amigos del Pueblo Saharaui.
Esta iniciativa cuenta con todo el apoyo local, ya que, en primer lugar, es un tipo de ganadería que se adapta perfectamente a la cultura saharaui, formando parte de su tradición y de su dieta básica.
Con este proyecto se está asegurando la distribución de leche y carne a la población más vulnerable (mujeres embarazadas, niños/as y ancianos/as), aunque todavía no se ha alcanzado el nivel y la regularidad perseguidas.
Dentro de esta iniciativa el Ministerio de Desarrollo ha asumido un papel protagonista, invirtiendo muchos de sus escasos recursos materiales y humanos en la misma, lo que está facilitando la consecución de unos resultados muy positivos y que superan las expectativas iniciales.
Este éxito es muy positivo, sirviendo como ejemplo para el estudio de las posibilidades del desarrollo de la ganadería camellar en el marco del convenio a partir de 2008.
El sector ganadero es donde más actores están implicados, por lo que requiere de un esfuerzo adicional de coordinación.
El primer paso para avanzar en este objetivo, y que enlaza con el factor identificado como clave para el desarrollo del sector productivo, es la necesidad de que los múltiples estudios que se han realizado sobre la agricultura en los campamentos sean puestos a disposición del Ministerio de Desarrollo, para que, de esta manera, pueda disponer de toda la información que le permita diseñar con mayor eficacia las líneas de trabajo que guíen su política productiva.
Durante el desarrollo del Convenio se realizará una labor de recopilación y sintetización de toda esta información, con el objetivo de que sirva como base de datos del Ministerio y pueda ser empleado por los agentes implicados en la agricultura en los campamentos.
Apoyado por el Ministerio de Desarrollo, desde UNICEF se ha apostado por la creación de huertos familiares (600 hasta el momento), además de comenzar el abono de algunos de estos huertos con Terracotem, un compuesto creado por un investigador holandés y que mejora el rendimiento de la tierra y disminuye su consumo de agua.
Este tipo de iniciativas genera ciertas dudas, como toda iniciativa nueva, acerca de la posible dependencia de un recurso externo a la cultura saharaui, por lo que al cabo de un año de su puesta en marcha se evaluará su impacto real.
Desde PTM-Mundubat se adquiere el compromiso de crear un blog o página web donde aparezca la síntesis del contenido de las jornadas así como las conclusiones alcanzadas en las mismas.